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SI ESO QUE PIENSO TUVIERA UN OLOR

 

Alguien puede detener una puesta de sol?

-El sol brilla para ti-  me dijo el día que estábamos acostados bajo las jacarandas del jardín de sus abuelos. Aquella fiesta con el vestido de seda naranja; el día que conseguí que se me declarara, si, primero le pase el pedacito de pastel que tenía en la boca.

 

Era el año del cerdo según los chinos, hace diez años. Después de ese beso largo casi me quedé sin aliento; si, me dijo que yo era una flor de campo -ahhh entonces somos flores todo el cuerpo de una mujer-

si, esa fue la única verdad que me dijo en toda su vida… y también eso de que el sol brilla para mi.

 

Si, por eso me gustaba, porque vi que él entendía lo que era una mujer; y yo sabía que siempre podía hacer de él lo que quisiera, y le di todo el placer que pude, llevándolo a que me pidiera el ¨si¨, y yo primero no quería contestarle, solo miraba hacia el mar y hacia el cielo, y estaba pensando en tantas cosas que el no sabia; del maestro de la clase de arte, de Ramón, y de papá… y del viejo escultor Gonzales que me daba una dalia cada martes, y del trío de músicos, y en las idas al mercado con mi abuela y en toda esa gente que me pide unas monedas, y en los vendedores de aguacates, y  las señoras que están sentadas en las banquetas con sus cestas tejidas, y esas cestas que están llenas de gardenias!

y el mar carmesí, a veces como el fuego, y las gloriosas puestas de sol, 

y las banquitas en la alameda de san luis, si, casas rosadas y azules y amarillas, y los jardines de rosas, y de jazmines, y ciudad Valles! cuando yo era niña, y donde yo era una flor de campo, si, cuando me puse la rosa en el cabello como lo hacía la tia Mayra, y las conchas de nata, y cómo me beso bajo la pared morisca, y yo 

pensé , bueno, tanto da él como otro, y después le pedí con los ojos que me preguntara otra vez, 

y después él me pregunto, si, si yo quería, si, para que dijera mi flor del campo,

y yo primero lo rodeé con mis brazos,y lo atraje hacia  mí para que pudiera sentir mis senos, y todo su perfume. su corazón golpeaba como loco y si, yo dije quiero, si.

 

por Sarahí,

inspirado en la Penélope 

de James Joyce